Las Exposiciones caninas

¿Qué son las exposiciones caninas?

     Son eventos en donde un juez evalúa a cada perro participante de acuerdo al estándar de su raza. Podría pensarse que los perros participantes compiten entre ellos pero no es estrictamente así, cada perro compite contra el perro ideal que describe su estándar racial y el que a criterio del juez cumple en mayor grado con ese ideal es el ganador.

     Las exposiciones de belleza tuvieron su origen en Inglaterra, celebrándose la primera en Newcastle en 1859. La finalidad de las exposiciones de belleza, cuyo nombre más correcto sería de perfección morfológica, es destacar los mejores ejemplares dentro de cada raza de acuerdo con un estándar previamente aceptado por todos los interesados. 

Una exposición tiene dos funciones: una divulgativa y otra selectiva.

   Divulgativa porque hace conocer al gran público el mundo de los perros de raza; porque acerca al aficionado razas muy difíciles de admirar cotidianamente. En definitiva, porque despierta el interés de los ciudadanos en el fascinante mundo de la cinofilia en todas sus múltiples facetas.

   Selectiva, porque a través de ellas se produce la mejora zootécnica de las razas, tanto a nivel físico como de aptitud psicológica para realizar un trabajo dado.

   Por medio de la competición los ejemplares de mayor calidad son seleccionados, estos animales, son, de hecho, los sementales y reproductoras sobre los que, año tras año, va a basarse el trabajo selectivo de los criadores, movidos por su amor a la raza y su interés de salir triunfadores en su competición con los demás o consigo mismo.

  Hay diferentes tipos de exposiciones caninas, de agilidad, trabajo, conformación, etc. Ahora nos vamos a ocupar de las exposiciones de conformación o “belleza”.

     

Las hay de dos modalidades: de todas las raza y especializadas. En las primeras, como su nombre indica, compiten perros de todas las razas y en las segundas solo perros de una misma raza.

Exposiciones De Todas Las Razas

     Las exposiciones de todas las razas se realizan por etapas:

Etapa 1. Primero compiten perros de una misma raza (no campeones) y mismo sexo en diferentes clases, conforme a su edad. Aunque hay etapas intermedias para elegir de cada raza un mejor cachorro, mejor perro joven, etc.,

Etapa 2. Tomaremos como segunda etapa aquella en que los ganadores de cada clase compiten para sacar a un vencedor de cada sexo (macho vencedor y hembra vencedora).

Etapa 3. En la tercera etapa el macho vencedor y la hembra vencedora compiten con los campeones de la raza y se elige a un Mejor de la Raza.

Etapa 4. En la cuarta etapa los mejores de cada raza compiten por grupos para sacar a un Mejor de Grupo y, finalmente,

     Etapa 5En la quinta y última etapa todos los mejores de grupo compiten para elegir al Mejor de Exposición.

Exposiciones Especializadas

     Se les conoce también como Monográficas. En éstas, como participan únicamente perros de una misma raza, no hay grupos, así que al término de la competencia (que llega sólo hasta la tercera etapa), el Mejor de la Raza es al mismo tiempo Mejor de Exposición Especializada.

   Para una mejor organización de la razas se dividen en grupos, así la Federación Cinológica Internacional (F.C.I.) las divide en diez grupos, inscribiendo el Shih Tzu en el noveno, en la sección 1. Perros Tibetanos. Dentro de cada grupo los perros expuestos se dividen en clases según el sexo y la edad.

   El juez en las exposiciones tiene una gran responsabilidad y debe realizar un trabajo muy minucioso. Califica al perro en relación a su estándar y el carácter propio de la raza, realizando una comparación mental entre el perro real que juzga y el perro ideal que describe el estándar, luego le califica como "Excelente", "Muy Bueno", "Bueno" o "Bastante Bueno". No solo juzga el aspecto externo del perro, sino también su temperamento, pues por ejemplo la timidez en un podenco no es un defecto y en un bóxer es muy grave.

 

   El juez siempre juzga el momento presente, lo que significa que califica por el estado de cada animal en el momento que lo examina. Un Shih Tzu campeón en una exposición puede estropearse como consecuencia de una enfermedad y ser mal calificado en otra exposición, del mismo modo que un perro que una vez fue mal calificado puede evolucionar a mejor y ganar la próxima vez.

¿Cómo puedo participar?

     Para poder participar en una o varias exposiciones de conformación y belleza para perros, usted tendrá que llenar una forma de inscripción oficial para cada ejemplar, durante el período señalado por la Federación Canófila Mexicana o el Club organizador. Esta forma la podrá obtener en las oficinas de la F.C.M. ubicadas en la calle de Zapotecas, número 29, colonia Tlalcoligia en Tlalpan D.F. El calendario de exposiciones lo puede revisar en nuestra sección de eventos, ahí Ud. encontrará todas las exposiciones oficiales organizadas por F.C.M. y los datos de los diferentes clubes organizadores para poder informarse adecuadamente.

Consideraciones al asistir a exposiciones caninas a competir    

     En las exposiciones caninas se valora: la morfología del ejemplar, la manera de presentarlo y la belleza del mismo. Es conveniente bañar al perro el día antes de la exposición para presentarlo lo más limpio posible. Si el perro es de pelo corto, la preparación es mucho más sencilla; pero si es de pelo largo y además requiere peluquería, el trabajo de preparación nos llevará mucho más tiempo. Para poner un ejemplo, es mucho más fácil preparar a un Bóxer que a un Shih Tzu, ya que éste último necesita mucho trabajo de estética. Los perros de pelo largo requieren productos especiales para el cuidado del mismo, acondicionadores para dotarlo de mejor textura y volumen, así como productos para dar brillo.

     Los jueces de exposición además de valorar la morfología, el pelaje y el movimiento, comprueban la dentadura de los ejemplares, por lo tanto, si el perro tiene tendencia a acumular sarro en los dientes, será necesario realizarle un cepillado dental. También existen otros productos, que masticados regularmente consiguen eliminar parte del sarro.

     Además de todo esto, un perro de exposición tiene que tener lo que algunos criadores denominan "chispa". La chispa equivale a una actitud, un saber estar, una mirada fotogénica, una pose impecable y una presentación adecuada por parte del presentador o Handler. Para poner un ejemplo, un perro tímido o uno agresivo, no es recomendable presentarlo a exposición.

     Junto con el baño y la peluquería, un perro de exposición requiere de un entrenamiento para el ring (lugar donde se presentan los perros en las exposiciones de belleza), y que el que el perro pose correctamente, es decir, permanezca quieto sobre sus cuatro patas, en una posición estática, que variará en función de la raza, para que el juez pueda evaluarlo morfológicamente. Habría que estar pendiente de corregir dicha posición si el animal se mueve, ofreciendo al perro algún premio para motivarlo.

     También es necesario entrenar el movimiento, procurando que el trote sea acompasado, sin saltos, sin carreras, sin tirones bruscos, intentando que el perro se mueva con libertad y elegancia.

     Es recomendable dejar en ayunas al perro el día antes de la exposición, para así conseguir una mayor atención del animal en el ring, y reducir las posibilidades de defecar en los momentos cercanos a la presentación.

     Los premios utilizados en el ring son tan variados como los medios de lograr la atención de nuestro perro: salchichas, pollo, hígado, salmón, pienso de gato, pan, golosinas para perro, etcétera.

     Las correas que se utilizan deben ser de tipo exposición son un tipo de correa delgada de material sintético, muy resistentes, preferentemente del color del cuello del perro. Es conveniente situar la correa lo más próximo a la base superior del cuello (debajo de las orejas), para conseguir mayor control del animal.

     La verdadera función de la correa debe ser llevar cómodamente al perro al paso que nosotros queramos, por ello si el perro se siente incómodo es imposible que ande y se mueva como nosotros le indiquemos. Como hemos visto, la elección de la correa y el collar es fundamental también a la hora de exponer a nuestro perro, por ello se recomienda una vez más que asistamos a las exposiciones o concursos a observar como llevan las correas los otros ejemplares y, además, comprobar con qué tipo de correa y collar se luce mejor el perro, así como la facilidad con la que nosotros lo manejamos

     Resumiendo: el perro tiene que ir aseado, peinado, correctamente entrenado y a poder ser con "chispa". Si conseguimos ganar algún premio estupendo, pero lo principal es participar y disfrutar de nuestros perros.

     Cada juez tiene su forma, unos ven primero a todos los perros juntos y luego hacen un examen individual; otros los hace moverse en grupo en última instancia, pero de cualquier manera el juez pedirá en algún momento que el perro ande en línea recta un trayecto de ida y vuelta, y que trace un circulo en movimiento más rápido; así mismo le pedirá que se mantenga un momento en estática, posado para observarlo.

     En cualquiera de estas fases el perro deberá estar siempre visible para el juez, eso quiere decir que nuestras piernas no deben interrumpir la visión del perro, que éste debe permanecer de pie en todo momento y que debemos evitar sus intenciones de pelear con otros. Tampoco hay que salir con la mochila cargada a la espalda, el bolsillo lleno de monedas que suenan al correr y distraen al perro.

     La cámara de fotos o el vídeo; debemos tener sólo una finalidad: concentrarnos en lo que estamos haciendo, lucir al perro al máximo.

     Dentro de la pista no se puede hablar con los de fuera y mucho menos chillar para que llame al perro para que éste coloque las orejas en atención. Para conseguirlo por nuestros propios medios entrenaremos al perro en casa, porque está totalmente prohibido llamar al perro desde fuera; hay jueces que lo consienten, pero no se puede. Por ello, es mejor buscar algún truco para que se luzca bien sin tener que recurrir a las molestas llamadas desde fuera. Un juguete pequeño con pito suele ser lo más típico.

     Cuando estamos dentro de la pista no debemos hablar con el juez, salvo que él nos pregunte; contarle la vida del perro puede traernos malas consecuencias, ya que el juez puede interpretar nuestras intenciones y pensar que se quiere interferir en sus juicios. Lo mejor es contestar sólo a lo que nos pregunte, que normalmente será la edad del perro y poco más. Si no estamos de acuerdo en la calificación obtenida, nos dirigiremos al comisario para preguntarle cuando podemos hablar con el juez y que nos la comente. Hay jueces que lo hacen al terminar una clase, otros cuando terminan los juicios de toda la raza; también depende de cómo vayan de horario y del tiempo con que cuente, pero si son abordados con educación, todos contestan a las dudas de los expositores.

     Antes de salir de la pista, nos darán la calificación y en el caso de no hacerlo, preguntaremos al comisario. Puede que tengamos que volver a entrar en la pista, lo que quiere decir que has ganado y puede que no. En cualquier caso, si no lo tenemos claro, lo preguntamos, ya que si vamos ganando tenemos que salir sucesivamente a la pista, en caso de ser el mejor ejemplar de la raza, deberemos de presentarnos a la final, que normalmente es después.

     El brazalete con el número del perro siempre hay que llevarlo a la vista del juez, y si ganamos, tenemos que salir otra vez, siempre hay que hacerlo con el dorsal. Este es intransferible, pertenece a un perro y no se puede cambiar.

     Debemos retirar los premios que nos correspondan según la calificación obtenida antes de abandonar la exposición. En cada concurso o exposición pueden otorgar los premios que deseen, hasta el punto que en algunas dan un detalle sólo por participar. Los trofeos/premios que no son recogidos en el día del evento se pierden.

     Sería recomendable acudir con anterioridad a ver otros eventos de la misma categoría para observar cómo se presentan los perros de nuestra raza, como van arreglados, como se posan, etc. Todos aprendemos de mirar y preguntar.

     Por último, quede como quede, nos clasifique bien o mal, no olvidemos que nuestro perro es el mejor de nuestra casa, que lo queremos igual y que no hace falta que sea el más bello o más cercano al estándar de la raza para que nos llene de felicidad. A los concursos y exposiciones se debe ir a pasarlo bien y la deportividad nunca se debe perder; aparte, los juicios son personales y no siempre vamos a estar de acuerdo.

    Tener en cuenta que el perro que hoy gana, mañana pierde sin dejar de ser el mismo.

Desarrollo de la exposición

     Completados lo requisitos y presentes en el recinto donde se va a celebrar el evento, retiramos la documentación que lleva el número de dorsal, buscaremos cual es la pista, que se le llama “ring”, donde nos tocará salir. Estaremos pendientes del orden, es preferible estar preparado con el perro en la puerta de entrada a la pista cuando el comisario nos llame.

Al entrar a la pista.

     Siempre entrarán a la pista los perros con su manejador, quien deberá llevar en su brazo izquierdo un brazalete con el número o código de barras con el que estará compitiendo el ejemplar. Queda prohibido que el manejador entre a la pista con anuncios alusivos a su criadero, a sus ejemplares, o cualquier otra marca comercial.

     El juzgamiento de los ejemplares se hará en el orden establecido en el catálogo, según lo considere el organizador, ya sea por orden alfabético, por raza o por variedad de la raza en cada uno de los grupos oficiales y siempre de acuerdo con el orden de clases establecidas en este Reglamento.La entrada a la pista es fundamental a la hora de exponer a nuestro perro debido a diferentes motivos.

     Tengamos en cuenta que el comisario de ring no tiene obligación de llamar a los participantes; normalmente lo hace, pero es el expositor quien debe estar pendiente del orden de los juicios y estar preparado en la puerta de entrada.

     En el momento que el juez comience a juzgar ya no se podrá entrar a la pista si no es sin su consentimiento; en el caso de que el juez ya haya hecho el examen individual de cada ejemplar, debería ser imposible entrar en la pista.

     Para evitar juicios nulos y mayores complicaciones es preferible que si el juicio ha comenzado no se incluya ningún ejemplar más, especialmente en los juicios de raza. En las finales las cosas cambian un poco, ya que hay mayor número de perros y criadores que tienen ejemplares de diferente grupo, que deben de salir por un lado y tienen que entrar al mismo tiempo por el otro; por otra parte la megafonía a veces no es lo suficiente buena que debería ser. Por todo esto y porque no presentarse a la final del grupo significa perder el punto, se suele dejar pasar si el juez no ha terminado de hacer el examen individual de cada ejemplar, se entre discretamente y se coloque detrás del último participante. Por el contrario, siempre que no se altere mucho y el comisario lo indique, se coloca en la posición que le corresponda por número de catálogo.

     Visto cuando se puede entrar para el juicio vamos a tratar como hacerlo. Es básico tener o trotar, según la raza, haciendo un triángulo y describiendo un círculo, sin pararse hasta que se lo indiquemos

En un momento del juicio el juez ordena andar en grupo, normalmente en círculo. Es conveniente que el perro no salga corriendo y si el que va delante aminora la marcha, nosotros lo hagamos para no abalanzarnos sobre él. Hay quien ante esta situación amplia el círculo hacia fuera, de modo que queda patente que su perro se mueve mejor que el que va delante. También hay quien adelanta, esto está considerado de mala educación salvo que lo indique el juez. Es conveniente que observemos cómo lo hacen otros ejemplares de su raza antes de participar nosotros.

El perro debe saber posar, esto quiere decir permanecer inmóvil en una posición determinada que varía según la raza; en ocasiones es ayudado por el presentador y en otras no. En algunas razas el presentador debe mantener el rabo y para ello se coloca detrás de él de rodillas, en otras lo fundamental es que el perro permanezca en alerta y para ello el presentador no dudará en colocarse delante con algo que le llame la atención. Suele ser problemático ya que también depende del nerviosismo del perro y de la habilidad del presentador, pero siempre hay que tener en cuenta que lo importante es el perro, por ello lo fundamental es que se vea a él; el presentador existe sólo para que el perro se vea lo mejor posible, debe saber marcar las virtudes del perro y disimular sus defectos, no debe tener más presencia.

El perro, además de saber caminar y posar, tiene que dejarse abrir la boca, y si es un macho dejar tocar los testículos por el juez sin hacer extraños y con toda normalidad. Esto debemos entrenarlo con los amigos en casa, cada ven le puede un amigo abrir la boca, así no le parecería al perro extraño cuando lo haga el juez.

Desde el momento que entramos en la pista deberemos hacer lo que el juez nos mande, nos puede hacer ir y volver emparejados con otro participante; hay que andar paralelo de modo que el juez pueda observar al tiempo el movimiento del tren posterior de ambos perros, por eso hay que intentar andar a la par.

     Cuando el juez indica ir y volver, se supone que el presentador sabe que es en línea recta y no en círculo. También hay que prestar atención al triángulo; éste se hace para ver al perro desde distintos ángulos. Primero se va en línea recta y diagonalmente hacia la esquina para que el juez pueda observar el posterior; luego se hará la parte más pequeña del triángulo, con lo que observará el lateral, y a continuación se regresa para completar el triángulo. Es importante que en esta segunda esquina nos fijemos donde está el juez y coloquemos al perro frente a él.

   

Este proceso se hace normalmente a trote, no andando ni corriendo, con un paso que permita ver bien el movimiento del perro; hay que usar el ritmo en el que el perro se sienta más a gusto   donde mejor se luzca.

     Todo lo expuesto puede parecer muy complicado pero la realidad es que la mayoría de los perros que viven en una casa usan correa para salir a pasear, por esa parte pueden hacerlo. Posiblemente lo complicado sea que el dueño aprenda a posarlo, pero si siguen las pautas de otros expositores en unas pocas sesiones se puede conseguir.

 

    No hay que llamar al perro desde fuera del ring. Hay que enseñarle a que se ponga alerta ante el olor de algo apetitoso o al ver u oír un pequeño sonido de algún juguete. Normalmente si se le llama de fuera, aparte de lo molesto que resulta, el perro se suele poner nervioso y es más difícil controlarlo.

     En el ring, normalmente estará con otros perros, por lo cual no debe jugar ni pelear, para ello nada mejor que acostumbrarlo antes. Los perros que empiezan a participar desde cachorros lo asumen con toda la normalidad; en cambio, si empezamos con un perro adulto, cuando entremos en la pista mantendremos una distancia de seguridad con los demás participantes, debiendo estar más atentos ya que no tiene por qué llevarse bien con los que le rodean, aunque en el parque sea más sociable con otros perros, esta situación es diferente y las reacciones pueden ser también distintas.

     Siguiendo estas pautas no será muy complicado participar y hacerlo bastante bien; pero lo mejor sería acudir con anterioridad a otras exposiciones y observare el ring de la raza con la que vamos a participar.

 

     No se entrar en el ring con el teléfono móvil, ni con bolso colgando, pero si debemos saber que si presentamos a un Shih Tzu, además de hacerlo en unas condiciones de pelo espectaculares, encima de una mesa y un moño colocado de forma especial.

Examen con el perro posado

 

    Uno a uno, el juez irá examinando con minucia el conjunto de cada perro, ojos, cabeza, cuerpo.  A continuación nos pedirá que le mostremos la dentadura. En el caso de nuestra raza, lo subiremos a una mesa de exploración, ya que así se dejan manipular con mayor facilidad. Primero levantaremos los labios del perro, manteniendo la boca cerrada, para que pueda comprobar la colocación de los incisivos superiores e inferiores. A continuación descubriremos lateralmente los premolares y molares, para que examine la presencia de todas las piezas o la ausencia de alguna de ellas. Este examen se hace primero a un lado y luego el contrario de la boca.

Examen en movimiento

    Una vez que el juez ha examinado fenotípicamente al sujeto, querrá ver cómo marcha y si tiene algún defecto en su movimiento. Generalmente el juez nos indicará en qué dirección quiere que nos desplacemos. Caminaremos sin desviarnos de una perfecta línea recta, de cara al juez cuando vamos hacia él y de espalda cuando nos alejamos. El perro marchará a paso normal estimulándole si es remiso a desplazarse y calmándole si tiene tendencia a correr. Lo que el juez busca es examinar el movimiento de los miembros de los miembros anteriores y posteriores respectivamente. El perro debe mover sus miembros en diagonal, anterior derechos y posterior izquierdo, anterior izquierdo y posterior derecho, de tal modo que cubra terreno mediante una zancada eficaz.

    Muchas veces el juez pedirá que todos los perros se desplacen alrededor del ring, andando a buen paso para que cojan su cadencia natural. Evitaremos atropellar al que va delante, para lo que mantendremos una distancia prudente o de seguridad. Si nos toca ir en cabeza mantendremos un buen trote con la finalidad de no estorbar a los que nos siguen.

    Tras este examen inmediatamente colocaremos al perro en posición de pie. Para que se muestre arrogante, una segunda persona puede encargarse de llamar su atención desde fuera del ring enseñándole un señuelo o llamándole por su nombre. El perro se pondrá en atención, buscando al que le llama, estirando el cuello, con lo que tendrá una hermosa expresión. Esta persona que llama al perro desde fuera debe ser conocida por el perro, vigilarle continuamente y nunca dejarse ver por el animal. Cuando el perro ve a la persona que llama su atención deja de estar en atención, se relaja y generalmente ladra y mueve la cola de satisfacción. Lo ideal es practicar una especie de juego del escondite en que el perro la vea por segundos, para enseguida intrigar al animal escondiéndose.

 

    Vigilaremos que el perro pise bien y se sostenga sobre sus aplomos, con los cuatro miembros lo más perpendicular posible al suelo. En todo momento corregiremos una postura indeseada, haciendo avanzar o retroceder ligeramente al animal mediante un ligero tirón de la correa. Nunca permitiremos que ladre, amenace o trate de jugar con los compañeros de ring, cortándole con severidad este tipo de manifestaciones. Según el temperamento de cada animal unos necesitarán ser apaciguados, tranquilizados, en tanto que otros precisarán que se les anime para obtener una buena presentación.

Clasificación final y salida del Ring

 

    En tanto el juez se entretiene en examinar a los restantes perros podemos permitir que el nuestro se relaje y descanse. A su criterio, el juez podrá ordenar que los perros se enfrenten por parejas del mismo sexo. Una vez que hayamos recibido la calificación, abandonaremos inmediatamente el ring en orden, calmados y con deportividad. Nunca deberemos dar demasiada importancia a un juicio aislado, ya que solo es una indicación del momento y son muchos los factores externos que condicionan la presentación del animal, tales como el recinto de la exposición, la duración del viaje hasta el lugar en que se celebra, la alimentación recibida. La calidad de un perro se determina por el conjunto de los juicios y clasificaciones recibidas en diversas exposiciones y con jueces generalistas y especialistas, y no en un hecho aislado. Y no olvidemos que el conjunto de resultados dependerá de las cualidades del sujeto presentado, pero también y en gran medida de la pericia del presentador. Por este motivo en muchos países existe una profesión, la de handler, que es la persona que presenta profesionalmente perros en el ring a cambio de un emolumento económico.